Dentro del amplio grupo de artistas gráfico-plásticos de la comarca Ribera Alta del Ebro, podemos identificar a todos ellos con algunas de las disciplinas artísticas más importantes: El territorio goza de grandes pintores, muralistas, escultores, grabadores, fotógrafos o diseñadores.
Los artistas gráfico-plásticos se definen por las disciplinas que practican, englobando las artes gráficas y las plásticas. Abarcan desde técnicas bidimensionales como el dibujo, el grabado o la fotografía hasta la pintura o la escultura, donde interviene el volumen de los materiales que el artista modifica o modela mediante diferentes técnicas. A continuación te mostramos algunos de los artistas gráfico-plásticos más relevantes de nuestra comarca junto a varias imágenes representativas de su obra.
Santiago Pelegrín nació en Alagón en el año 1885. Dedicó su trayectoria a la pintura de la mano de distintas corrientes artísticas. Sus deseos artísticos le llevaron a trasladarse a Madrid en el 1910, donde formó parte de un círculo de artistas con ambiciones similares a las suyas. Fue en esta etapa donde el estilo del artista se desarrolló en torno al arte moderno, algo inusual por el entonces, pero que tanto Pelegrín como otros artistas madrileños consiguieron forjar mediante tertulias o exposiciones que enriquecieron su concepto del arte contemporáneo.
En su obra se aprecia un carácter esencialmente intimista que comprende desde el retrato más propio del realismo hasta escenas costumbristas filtradas por una visión que recuerda inevitablemente a las obras cubistas de algunos grandes maestros como Georges Braque o Pablo Picasso.
Luis Marín Bosqued nació en Aguarón (Zaragoza) en 1909. A lo largo de su trayectoria artística compartió momentos con artistas e intelectuales influyentes, como el ilustre Pablo Picasso. En 1939, Bosqued se exilió en Francia y, un año más tarde, en México, país que acabaría considerando su segunda patria. Allí fue un reconocido pintor, escritor, crítico y profesor del Instituto Nacional de Bellas Artes y el colegio Cristóbal Colón. Bosqued representa a su vez esa evolución estilística a la que está sujeto cualquier artista alejado de su tierra natal.
Como artista e intelectual, Bosqued protagonizó diferentes encuentros con otras grandes figuras artísticas de la época, como Rafael Alberti, Margarita Nelken o León Felipe. Algunos de sus antiguos alumnos son ahora importantes pensadores, poetas o políticos.
Animamos a cualquier amante de la pintura a visitar el museo Hispano-mexicano de la localidad de Alagón, que alberga una exquisita colección de Marín Bosqued así como otras obras de distintos artistas aragoneses y centroamericanos.
Aunque nació en Zaragoza, la obra de Nacho Arantegui está muy ligada a la Ribera Alta del Ebro. Se trata de un artista multidisciplinar que se ha inspirado en muchas ocasiones en los paisajes que ofrece la ribera del Ebro. La naturaleza es un componente principal e indispensable en su obra, que se clasifica dentro de la disciplina Land Art o Arte en la Naturaleza.
Sus intervenciones son homenajes a la “Madre Tierra”, que en manos de Arantegui se convierte en un espacio místico lleno de emociones. Algunas de éstas todavía se pueden “visitar” a lo largo de la ribera del Ebro, pero la mayoría de ellas son de carácter efímero, ya que los materiales más utilizados por el artista son propios del terreno. En una ocasión,el artista llegó a servirse de la sal gema de las minas de Remolinos, donde realizó una exposición efímera a la que nombró “Elogio a la sal”.
También es de esta localidad el muralista Diego Vicente, perteneciente al grupo Boa Mistura, compuesto por varios artistas gráfico-plásticos. Tras finalizar sus estudios de Ilustración y Diseño, en Zaragoza, comenzó su etapa con el colectivo de artistas Boa Mistura (término portugués que se traduce como “buena mezcla”). Su trabajo se basa principalmente en la ambientación de espacios urbanos, generalmente en zonas semiabandonadas, barrios bajos o marginales. Sus intervenciones pretenden, de alguna forma, dignificar estos espacios, darles vitalidad.
De manera individual, podemos definir la obra de Diego Vicente por el contraste de estilos que presenta entre un figurativismo impecable y una abstracción muy original. El artista es capaz de representar elementos clásicos con un lenguaje moderno lleno de formas geométricas y color, más propio del arte y la ilustración contemporánea.
Javier Ariza Pomareta, nacido en Alagón, es profesor en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Cuenca. A pesar de que él mismo se considera artista visual, su carrera artística y profesional destaca por su vinculación con el arte sonoro en distintos ámbitos y aplicaciones, que a menudo trata de complementar con otras disciplinas como la escultura o técnicas bidimensionales.
Una de sus obras más significativas es la serie “Paleofonografías”, que son representaciones ficticias de fósiles en cuyo interior residen componentes de distintas tecnologías sonoras, como casettes, radios, o cintas antiguas. Se trata de un proyecto que trabaja con la idea de la memoria sonora, que el artista materializa en esos “contenedores prehistóricos” aludiendo a otra idea presente en el proyecto: el poder de la reminiscencia.
Nació en Fuendetodos, en la comarca del Campo de Belchite, en el año 1746. Fue uno de los artistas más importantes de su época y, a día de hoy, sigue siendo uno de los más influyentes. Se especializó en la pintura y el grabado de la mano de diferentes estilos artísticos. En sus primeros años acogió las normas de la pintura rococó. Son habituales las escenas costumbristas que muestran distintos personajes que se reúnen en un ambiente positivo y lúdico. A menudo reflejan juegos y eventos propios de la tradición popular.
Con el surgimiento del Neoclasicismo, es habitual la representación de temas religiosos con ese toque místico y épico de los neoclásicos. Más adelante adopta las formas del prerromanticismo, que se caracteriza por una visión más realista sin llegar a alejarse de la idealización. Representa personajes atormentados en escenarios mundanos, con frecuencia en un ambiente oscuro y lúgubre. Sin embargo, Goya siempre mantuvo un estilo propio que a menudo se tachó de burdo e imperfecto por su tendencia a unas pinceladas sueltas, con dureza y sin detalles.
«No mires lo que fuimos; mira lo que somos»
Francisco de Goya
Su paso por nuestra comarca se dio entre la segunda mitad de la década de 1760 y comienzos del 1770. Residía en Zaragoza tras regresar de su estancia en Italia, donde se dedicó al aprendizaje junto a grandes maestros de la pintura. La primera “huella” que podemos admirar se encuentra en la Casa de Cultura de Alagón, en la cúpula de lo que entonces era el colegio de la Compañía de Jesús. Se trata de un medallón lobulado mixtilíneo en cuyo interior representó la escena de la Exaltación del Nombre de Jesús, donde aparecen varios querubines en torno a un monograma del nombre de Jesús, “JHS” (Jesús, Hombre, Salvador).
Pocos años más tarde, tuvo lugar una intervención en la iglesia de San Juan Bautista, en Remolinos. Allí, Goya pintó las cuatro pechinas que decoran la cúpula de la encrucijada. Aclarando el término, las pechinas son los elementos arquitectónicos que resuelven estructuralmente el encuentro de la cúpula con los muros o columnas que la sostienen. En ellas se encuentran representados los Padres de la Iglesia latina: San Ambrosio, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio. También se conservan en el Palacio de los Duques de Villahermosa, en Pedrola, varios bocetos realizados por el artista. Algunos corresponden a obras muy conocidas, como la Carga de los Mamelucos o el Baile de las Máscaras.
A día de hoy se puede seguir considerando un referente artístico y sigue siendo influyente entre los artistas gráfico-plásticos.
Mariano Castillo, nació en Grisén en 1963. Se trata de un grabador que goza de renombre a nivel internacional. Su obra está notablemente influenciada por la de Francisco de Goya, del cual acogería esa visión onírica y trágica de la realidad. Como resultado, observamos en algunas de sus obras representaciones figurativas de diferentes personajes, a menudo envueltos en un ambiente sombrío. Se puede observar el uso que hace de diferentes elementos cotidianos, a los que el artista recurre para insinuar diferentes situaciones con cierto tono amargo. Su reciente serie de grabados, “Bestiario apócrifo”, refleja una vez más la influencia de Goya. El artista crea numerosos y diversos seres fantásticos que usa nuevamente para representar inquietudes humanas en un contexto funesto.
Visita su página web y conoce a fondo su obra:
Vicky Mendiz, vecina de Pinseque, es una reconocida artista gráfica de nuestra comarca y licenciada en Historia del Arte. No siempre reside en Zaragoza, ya que suele desplazarse a Francia, concretamente a París.
Su larga trayectoria como artista ha dado lugar a numerosas exposiciones individuales y colectivas junto a otros artistas gráfico-plásticos dentro y fuera de nuestro país. Entre estas exposiciones destacan algunas como “¡Viva Villa!”, en París; Festival Internacional PhotoEspaña, en Madrid; “Sukima”, en Sapporo (Japón); o la célebre feria de Arte Contemporáneo de Madrid, ARCO. Su destacado nivel y esfuerzo ha sido premiado en numerosas ocasiones, habiendo sido nombrada miembro artista de la institución francesa “Casa de Velázquez”. Además en 2014 publicó su libro fotográfico “Honne/Tatemae”, que obtuvo el premio Dummy Award en el Festival DocField de Barcelona.
Esta prolífica artista trabaja los conceptos de lo cotidiano y la relación íntima del ser humano con la naturaleza y la memoria. Su proceso creativo también explora la sinestesia, así como los límites entre lo visible y lo invisible dentro del campo de la fotografía y el inconsciente.
Aprende más sobre esta artista en su página web:
Miguel Ángel Latorre Pérez, artista gráfico-plástico, nació en Torres de Berrellén en 1958. Siempre mostró interés por el dibujo y la pintura, actividades que, más adelante, llegaría a practicar profesionalmente. Una de sus especialidades es el retrato, al que ha dedicado gran parte de su carrera como artista.
Tras cursar Diseño de Interiores en la Escuela de Arte de Zaragoza, comenzó a intervenir en múltiples proyectos de la mano de su estudio profesional. Gran parte de estos proyectos se desarrollan dentro del territorio aragonés, tratándose a menudo de hoteles, casas rurales, oficinas o restaurantes. También ha realizado intervenciones en el extranjero combinando el diseño de interiores con labores humanitarias, como hicieron en un pequeño pueblo de Mauritania junto a la ONG Formación y Vida. Allí, se dedicaron al diseño y la construcción, dotando al pueblo de distintas infraestructuras imprescindibles para cualquier localidad.
En su página web encontrarás algunos de sus proyectos: