El nombre de Pradilla viene probablemente de pratum (prado), a lo que más tarde se le añade el apelativo ‘de Ebro’ por la importancia del río en la localidad. Su origen se desconoce, aunque se han encontrado restos de un asentamiento celtíbero cercano, el Val de Taus (Tauste), que indican que la zona pudo estar habitada anteriormente.
La iglesia de Nª Señora del Rosario, levantada en el siglo XIV en fábrica mudéjar, ha sido transformada en posteriores reformas a lo largo de los siglos. Su torre mudéjar se ha convertido en emblema del municipio. Además, una de sus tradiciones más destacadas es el dance de moros y cristianos que se celebra en las fiestas a San Sebastián. Cuenta con un baile de cintas único en la comarca.
Para los que quieran disfrutar del río y su entorno natural, Pradilla ofrece varias rutas senderistas, como el Camino Natural del Ebro (GR-99). En su transcurso se puede visitar la ermita de Santa Ana, a la que acuden en romería los vecinos el primer domingo de mayo para comer todos juntos. El típico dulce de este día es la ‘Coscorana’, una especie de torta adornada con clara de huevo batida y confites.
La longaniza es la principal delicia de la localidad que, junto a espárragos y huevos abiertos, dan nombre al plato típico llamado ‘Cualquier cosa’.
La crecida más grande del Ebro sufrida desde 1961 fue el 6 de febrero de 2003. Cientos de vecinos tuvieron que desalojar sus viviendas ante el peligro de inundación. Hubo más de 1500 personas afectadas. En esta riada la primera localidad anegada por el agua fue Pradilla de Ebro.
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