Museos

La Hermandad del arte de la comarca con el arte mexicano

Bajo la oficina de turismo de la población de Alagón, se encuentra el Museo Hispano-Mexicano. En él, se recogen obras de autores mexicanos y españoles (algunos de ellos exiliados) como Luis Marín Bosqued o Santiago Pelegrín, natural de Alagón.

En su interior, podemos encontrar una diversidad técnica y temática fruto de la influencia territorial donde los artistas crearon su obra. El recorrido abarca desde las obras surrealistas más genuinas hasta el retrato realista como reflejo de la personalidad del retratado.

Luis Marín Bosqued, artista aragonés exiliado en México

Como artista exiliado, Luis Marín Bosqued es un claro ejemplo de la evolución a la que está sujeto cualquier artista alejado de su tierra natal.

Nació en Aguarón (Zaragoza) en 1909. A lo largo de su vida se rodeó de artistas e intelectuales influyentes, entre los que destaca el ilustre Pablo Picasso. En el año 1939, Bosqued se exilió en Francia y un año más tarde en México, país que consideraría su segunda patria. Allí fue un reconocido pintor, escritor, crítico y profesor del Instituto Nacional de Bellas Artes y el colegio Cristóbal Colón.

Su importancia como artista e intelectual provocó encuentros con autores como Rafael Alberti, Margarita Nelken o León Felipe entre otros muchos. Algunos de sus alumnos llegaron a ser reconocidos poetas, pensadores y políticos.

Sin duda, un hombre que influyó en muchas vidas y dejó una marca en la historia que a día de hoy podemos contemplar en su obra.

Un museo dentro de una lata

enLATAmus es una red de micromuseos que emplea como espacio expositivo el interior de un contenedor de mercancía marítima. Las medidas de este contenedor son aproximadamente de 12 m x 2 m x 2 m, unos 68 m3 de espacio para llenar de cultura. Nuestra comarca es una de las privilegiadas, ya que en la localidad de Remolinos podemos encontrar uno de estos espacios.

Entres sus «enlatadas» paredes han expuesto múltiples artistas, entre ellos Roberto Coromina, artista plástico de esta misma localidad, reconocido con el Premio de Arte Santa Isabel de Aragón con su obra “Pintura #46”, en el año 2016.

Una torre de memoria

Este centro de interpretación que recibe el nombre de El Torreón, se encuentra junto a la margen del Ebro, cerca del ayuntamiento. El edificio se levanta en forma de torre, por la que se accede subiendo una escalera exterior de caracol. En la parte superior se encuentra un mirador, desde donde se puede contemplar la ribera del Ebro y la emblemática construcción del teleférico, a través de la cual se transportaba la sal que se extraía de las minas de Remolinos, al otro lado del río. En su interior, se encuentra una pequeña sala donde se expone información sobre la flora y fauna del lugar, su historia y tradición y algunas imágenes que recuerdan el pasado de la localidad.

Los objetos que «graban» la historia de nuestra tierra.

La localidad de Luceni alberga la antigua casa palacio, que a día de hoy es el ayuntamiento. En las amplias bodegas de esta construcción se encuentra el Museo etnográfico de Luceni. Allí se guardan antiguos utensilios de labranza y recolección que tradicionalmente se empelaban en la agricultura de la comarca. La preservación de estas herramientas históricas se debe a que la agricultura ha sido el oficio más abundante y con más tradición en la Ribera Alta del Ebro. Un reflejo del esfuerzo por alimentar y mantener la vida de su territorio.
En esta sala también se pueden observar unos arcos de herradura que podrían corresponder a los restos de un antiguo castillo del siglo XIII, propiedad de Alfonso III de Aragón.