Francisco José de Goya y Lucientes fue un pintor y grabador español del siglo XVIII. El genio aragonés de la pintura universal dejó numerosas obras en todo Aragón, incluida la Ribera Alta del Ebro:
- Nuestro recorrido puede comenzar en Remolinos, su iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista acoge algunas de sus pinturas. Estas se ubican en las pechinas de la cúpula de la encrucijada. No se trata de pintura mural, sino de lienzos que representan a los padres de la Iglesia de Occidente: San Antonio, San Agustín, San Gregorio y San Jerónimo.
- También, Alagón acoge otra de las pinturas de este maestro en el antiguo colegio de los Jesuitas, la actual Casa de Cultura municipal, que acoge la Oficina de Turismo y el Museo Hispano-Mexicano. Aquí encontraremos una pintura al fresco que representa la exaltación del nombre de Jesús, tomando como modelo la iglesia de Il Gesú de Roma.
- Para finalizar, en el Palacio de los Duques de Villahermosa de Pedrola se guardan los bocetos de algunas de sus obras más importantes. “La carga de los mamelucos”, “El baile de máscaras” y “Ramón Pignatelli” son algunos de ellos. Sin embargo, este palacio es de propiedad particular, por lo que es necesario contactar con el dueño para poder visitarlo. Además recomendamos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en dicha localidad. En ella podrás contemplar el retablo Mayor y las capillas del Sagrado Corazón que fueron pintadas por Francisco de Bayeu; mentor, protector y familia del pintor Francisco de Goya.
Se trata de una ruta ideal para poder completar la visión que se da del pintor en la capital, disfrutando de las primeras pinturas del que fue uno de los maestros más importantes de la pintura española, cuya relevancia e influencia sigue estando muy latente hoy en día.