El Camino Ignaciano, junto al Camino Jacobeo, es una de las dos rutas de peregrinación espiritual que recorren la comarca Ribera Alta del Ebro. Este camino transcurre entre Loyola y Manresa, conmemorando el viaje que realizó San Ignacio en 1522 con motivo de su conversión espiritual. Dos etapas recorren esta comarca:
- La etapa 14 inicia en Gallur, en el Camino Real, nombre que recuerda al camino que recorrió San Ignacio durante su peregrinación. Sigue en línea recta hasta llegar a Luceni, donde nos recibirán los edificios de su antigua azucarera. Tras atravesar la localidad se encontraría el punto donde San Ignacio decide continuar por el Camino Real en lugar de tomar el desvío a Pedrola. Desviándose hacia Pedrola existía la posibilidad de ahí encontrarse con un musulmán con el que había tenido un conflicto. Después de unos kilómetros se llega a la localidad de Alcalá de Ebro, de la cual destaca, situado frente a la orilla del Ebro, su monumento a Sancho Panza, figura relevante en el pasaje del Quijote de la Ínsula Barataria. Siguiendo el camino, que poco a poco nos irá acercando otra vez al cauce del río, se llega a Cabañas de Ebro. Atravesando un túnel bajo las vías del tren frente a la localidad, nos dirigirá a Alagón, allí podrás conocer cómo convivieron tres culturas (judía, musulmana y cristiana), además de conocer las huellas que dejaron cada una de ellas.
- La etapa 15 parte de Alagón y continúa dirección a Torres de Berrellén, donde visitaremos la Plaza de Juan Pablo Bonet, personaje ilustre de la localidad y famoso lingüista, y la iglesia de San Andrés con su torre mudéjar. Al salir del municipio se seguirá el camino hasta Sobradiel: aquí podrás encontrar la iglesia de Santiago Apóstol, que contiene un relieve realizado por Damián Forment. Aunque esta etapa prosigue hasta Zaragoza, es aquí donde abandona la comarca Ribera Alta del Ebro.