Productos de la comarca
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Productos de la comarca Ribera Alta del Ebro
Los productos de la comarca son muy variados. Algunos de ellos han gozado de gran popularidad por su calidad o exclusividad, como el melón de Torres de Berrellén, la longaniza de Pradilla de Ebro, o los espárragos de Gallur. Además de sus productos «estrella», esta comarca dispone de multitud de productos que enriquecen el recetario ribereño.
Agricultura
Entre los productos locales de la Ribera Alta del Ebro podemos destacar, en la agricultura, la cebolla, el espárrago, el melocotón, las “bachucas” (alubias granadas), la borraja, la acelga, la calabaza, las alberjas (alubias planas), las habas, la coliflor (también llamada “piña” en algunas localidades), la patata, el tomate, el pimiento, el cardo, el melón, la pavía, la manzana, el maíz, el trigo, la alfalfa, la cereza, la oliva, la vid, el calabacín o la sandía.
Algunos de estos productos son especialmente populares en ciertas localidades. Por ejemplo, en Gallur podemos destacar sus cebollas, espárragos o el melocotón de “pico de gorrión”. Otro buen ejemplo de producto local de calidad es el melón de Torres de Berrellén, que se perdió hace años. Afortunadamente, se está recuperando gracias a unas semillas que unos vecinos de la localidad encontraron en un granero.
Plantas silvestres y frutos
Paseando por sus senderos y sotobosques, podemos encontrar distintas plantas silvestres como el tomillo, el romero, la manzanilla, el hinojo, el regaliz o la zarzamora.
El regaliz ganaría importancia con la apertura de la fábrica de regaliz Zara en la localidad de Cabañas de Ebro, en el año 1966. Tras el cierre de la primera fábrica en Zaragoza, uno de sus trabajadores, vecino de Cabañas de Ebro, decidió reabrir el negocio en la comarca. Se trata de una planta que crece en zonas húmedas, por lo que es habitual encontrarlo en riberas o sotos.
Del río
El río Ebro cobra más importancia todavía cuando hablamos de fauna. En sus aguas habitan un gran número de especies, algunas de ellas muy utilizadas en la gastronomía ribereña. Históricamente, los fogones de la comarca se han servido de diferentes especies. Entre éstas se podría destacar el bacalao o «abadejo», término acuñado en el territorio, el congrio, las sardinas, el barbo, la carpa o los cangrejos de río. Esta última especie sufre actualmente la amenaza de los cangrejos americanos, más resistentes y de mayor tamaño, pero con peores cualidades culinarias. También es habitual el denominado «pescao menudo», que hace referencia a las distintas especies de peces de menor tamaño, como las madrillas o los samargos.
Ganadería
Por otro lado, merece la pena mencionar la relevancia de algunos productos ganaderos, ya que este sector también tiene una gran importancia en esta comarca. El ganado porcino, el bovino, el ovino, el caprino y las aves, siendo el porcino el mercado más abundante en este territorio, conforman el espectro ganadero de la Ribera Alta del Ebro. Algunas localidades son bien conocidas, dentro y fuera de la comarca, por la elaboración de derivados de estos productos, como Pradilla de Ebro, cuyas longanizas, chorizos y morcillas son considerados como productos de gran calidad.
Minería
Sin duda alguna, la sal gema ha sido otro de los productos más explotados en la comarca. Las minas de sal de Remolinos, integradas en el paisaje montañoso de El Castellar, comenzaron a trabajarse en la Edad Media, siendo la Mina Real la excavación más importante. La propiedad de estas minas era de la Corona, más tarde pasaron a manos del Estado hasta que la desamortización que se llevó a cabo a mediados del siglo XIX permitió a varias empresas privadas hacerse cargo de la explotación de esta sal.
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