Paisajes del Ebro

El río y la vida

Sotos y mejanas del Ebro

Los sotos y mejanas del Ebro son un tipo de paisaje que recorre la ribera del río y por lo tanto se encuentra presente en toda nuestra comarca. Estos sotos nos crean un gran corredor ecológico a orillas del Ebro, sino que se encuentran dispersos unos de otros. En ellos no solo es importante la flora, también la fauna, los cultivos o determinados aspectos de la vida de la gente.

Vamos definir los sotos y mejanas.

– El soto es un pequeño bosque que se encuentra en la ribera o vega del río. También es conocido como sotobosque. Suelen ser frondosos por la calidad de la tierra y la abundancia de agua. Además tienen valores medioambientales como determinar el cauce de los ríos, algo que si desaparecen, puede ser muy perjudicial en época de riadas ya que ejercen de barrera protectora. Además influyen en la temperatura de las aguas, determinando y condicionando ciertas actividades como la pesca.

– Las mejanas hace referencia a lo que está en medio, ya que viene del latín “mediana”. Es decir, con mejana nos referiremos a la isleta que se encuentra en medio de un río. Pero popularmente se ha extendido a llamar así a la zona de tierra que se encuentra en la cuenca del río, sobre todo a la parte de tierra localizada en el interior de un meandro.

Estos tipos de paisaje, formados por tamarizales, álamos, olmos o chopos, además de diferentes tipos de aves, insectos o peces, se reparten por toda la comarca.

Además de los sotos y mejanas del Ebro, hay otros tipos de entornos naturales como taludes, galachos, pozas o playas de gravas, generando una rica biodiversidad animal y vegetal.

Frondoso bosque de chopos en la Ribera Alta del Ebro
Sol sobre el río Ebro y la flora en Luceni

Diversidad y singularidad serían dos palabras que definirían perfectamente estos entornos naturales que se reparten por la Ribera Alta del Ebro.

Isla dentro del río Ebro rodeada de vegetación
Vegatación y vida a la orilla del río Ebro en Cabañas

Hay que destacar varios de estos sotos y mejanas que se extienden por nuestra comarca:

Soto del Real en Alcalá de Ebro

Una masa boscosa que ilustra perfectamente cómo se sucede la vegetación en un soto. En las orillas, donde se depositan los cantos y gravas, empiezan a enraizarse especies obstaculizando la corriente. Esto facilita el depósito de limos y arenas, que serán cubiertas por césped y carrucheras.

Avanzamos por un brazo ciego (meandro abandonado) y vemos carrizos y aneas. Nos adentramos y vamos a encontrar un bosque de sauces de gran espesura a los que les seguirán tamarices. En el interior del soto predominan álamos, fresnos y chopos rodeados de zarzamoras, jaboneras o rosales silvestres. Una zona que invita a pasear rodeado de naturaleza, olores y sonidos.

Madre y mejana de Boquiñeni

La madre hace referencia al cauce y meandros libres que crea el río. En temporada de riadas abandona los canales y crea mejanas como esta que rápidamente se llenan de vegetación. De aquí viene la expresión “salirse de madre”, salirse de su cauce natural.

Playa de Alagón

También conocida como la playa de Matalé, por el dueño del chiringuito que había años atrás para el total disfrute de la playa. A veces, la dinámica fluvial arrastra materiales como gravas, cantos o arenas generando estas playas en las orillas de los meandros.

Mirador de Gallur

Sobre el Ebro, desde lo más alto del municipio, podemos ver un frondoso y verde entorno natural donde se junta el Canal Imperial con el río Ebro, que, junto a la aridez de sus alrededores y los campos de cultivo, crean un hermoso contraste.

Otoño en el Castellar y el Ebro en Torres de Berrellén

Donde se junta el Ebro con el Jalón

Terrazas fluviales de Alagón y Torres de Berrellén. Gracias al gran desnivel creado por la erosión, podemos ver un espectacular paisaje de contrastes entre la estepa y la orilla del río. El nacimiento de manantiales, el sonido del agua o los nidos de abejarucos, hacen de estas terrazas un lugar único.

Tramo final y desembocadura del Jalón en Torres de Berrellén. En el Jalón contabilizamos 10 azudes. Un azud es el punto de partida de las acequias más antiguas, algunas de origen prerromano. Donde el Jalón recibe el último corte, en este último tramo, se puede ver que el Jalón en ciertos periodos pierde su caudal derivado a la acequia de Utebo y se crea una poza de gran atractivo para todo el que se quiera acercar.

En cuanto a la desembocadura, hay que destacar el paseo natural entre los árboles y el sonido de los pájaros que se crea a la orilla del Ebro y su afluente.

Otoño en el Castellar y el Ebro en Torres de Berrellén

La Peña Palomera de Torres de Berrellén. Es un escarpe de 100 metros, que ejemplifica perfectamente cómo sigue ese proceso de erosión por parte del Ebro. El sonido de este entorno, la tranquilidad de las aguas y los sotos que podemos ver a ambos lados, invitan a relajarnos y disfrutar de la naturaleza.

La ribera del Ebro de Pradilla a Luceni

Las riberas y los sotos que habitan en ellas son los verdaderos protagonistas del paisaje de nuestra comarca. Partiendo de Pradilla de Ebro, del parque en la ribera del río podemos ver una caseta con temas de la fauna y flora de la zona, así como agricultura o ganadería. El río sigue avanzando hasta Boquiñeni, custodiado por dos grandes corredores verdes o jóvenes choperas.

En Boquiñeni encontraríamos el galacho de los Fornazos detrás de la Ermita de San Miguel. Si seguimos la orilla, llegaríamos a la mejana del soto, un lugar de recreo para los visitantes. En esta mejana, estaba ubicada la barca de Boquiñeni, antes de ser arrastrada por las crecidas. Hay que destacar que antes de los puentes de Gallur y Alagón, las barcas era el único medio de paso para personas ganado o maquinaria. Quedan otras barcas con la de Torres de Berrellén o Sobradiel.

Paseo a orillas del río en Pradilla de Ebro

En lo sotos desde Boquiñeni a Luceni, destacando el del primer municipio, nos presentan fresnos, chopos, álamos y sauces. Flores silvestres, amapolas o gramíneas también adornan nuestro paso. O el sonido de ruiseñores, verdecillos o cucos, que mezclado con el transcurrir del agua, envuelven nuestros sentidos.

La mejana del Tormo de Alagón

Es un meandro abandonado que se activa con las fuertes crecidas, uniendo la madre al curso principal. Aquí tenemos un galacho que unido a ese brazo o madre del río genera un entorno de agua y vida, sin apenas intervención humana. Vemos garzas, milanos o ruiseñores, multitud de peces o reptiles, que aderezado con Los montes del Castellar y los campos que lo rodean, generan un bello y rico paisaje.

Soto de la Rinconada de Alagón

Es importante por las numerosas aves que alberga, como el lugano, las currucas, los mirlones o el ruiseñor, fácil de oír y difícil de ver. Por otra parte, podemos ver a la garza real o a la cigüeña en busca de alimento.

Esto solo es una breve descripción de toda la naturaleza que encontramos en nuestra comarca. En este caso, catalogados como LIC por el valor natural que ejercen en el territorio.

CÓMO LLEGAR

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